Es un error plantarse que la revolución de las TIC acaben destruyendo empleo o generando pobreza.
Tampoco es racional pensar que por sí solas crean empleo o generan pobreza. La verdad es que el
planteamiento inicial del proyecto era erróneo.
Sí es racional cuestionarse cómo una revolución de ese calibre puede modificar las relaciones en el mundo.
Durante el Debate se habló largamente de como ha cambiado la forma de relacionarse entre los agentes
socio-económicos. En ese Debate mencioné la aportación del compañero de aula: Jordi Diumé Mainir,
cuando enumera la mejora de la comunicación entre dichos agentes: empresa-empresa, empresa-consumidor,
consumidor-consumidor, consumidor-administración, empresa-administración, consumidor-empresa,
persona-persona, empresa-trabajador...
Ese cambio de relaciones se debe a un fenómeno de nuestra era moderna: la Globalización, vinculada
estrechamente al desarrollo de las nuevas tecnologías, de forma que lo que debemos preguntarnos es si la
Globalización ha sido beneficiosa en la economía mundial, y si ha creado empleo, riqueza o ha
aumentado grados de bienestar y desarrollo.
Por tanto, el Proyecto ha tenido que ver modificadas sus fuentes de búsqueda de datos, relegando aquellas
fuentes críticas y pobres en fundamentos por nuevas fuentes con datos suficientes para diseñar unos
contenidos coherentes y formativos.
Leído el Proyecto, creo que podemos acordar que ha valido la pena.
En otro orden de cosas, aunque el contenido inicial del Proyecto estaba pensado basarse en la producción y comercio de Tecnologías de la Información y Comunicación, he ido observando, en el proceso de recogida y análisis de datos, que dichos conceptos son, en primer lugar, tremendamente insignificantes en el cómputo global de la economía, en segundo lugar, casi inéditos en la investigación económica (desde hace sólo cuatro años vienen proliferando unos pocos estudios de unas pocas instituciones) y, derivado de todo ello, inservible para justificar qué realmente ha sido relevante a partir del desarrollo de las nuevas tecnologías. El vacío formativo al que llevaba el contenido inicial me ha llevado a analizar la Globalización y el libre comercio para conseguir llegar a unas conclusiones críticas y científicas.
En segundo lugar, las diferentes Universidades en el mundo (Carlos III de Madrid, Universidad de Valencia, Universidad Autónoma de México, entre otras) han tenido catedráticos que han osado, como no, analizar aspectos concretos de la economía mundial, relevantes y enriquecedores, que no han podido pasar desapercibidos en este estudio. Otros han tenido que pasar al lado, pero tarde o temprano acabaré publicando alguna de estas conclusiones, sino en la Facultad, en internet.
En tercer lugar, destacar la buena función formativa que algunas instituciones españolas tienen, desde sus respectivos departamentos de estudios, hacia el elenco científico y cultural del país (Caixa de Pensions, Instituto Nacional de Estadística, Banco de España, entre otros).
Para concluir, lamentar mi poco dominio de la lengua inglesa, hecho que me ha llevado a desistir de muchos informes valiosos sobre el tema estudiado, informes de los cuales la UOC en su Biblioteca Virtual ha sabido hacer una muy buena recopilación para que generaciones más jóvenes de estudiantes puedan conseguir una formación académica mejor año tras año.